El Aprendiz del
Embrujo
El aprendiz del embrujo. Finge la paz, reinventa la guerra y privatiza lo público, compila análisis, reflexiones, testimonios, crónicas, fotografías y caricaturas de sesenta autoras y autores -personas y organizaciones-, que realizan un balance del primer año del Gobierno de la legalidad, el emprendimiento y la equidad1 , desde diversas miradas y con un enfoque de derechos humanos.
El Desgobierno del
Aprendiz
El segundo año de presidencia de Iván Duque se partió en dos mitades casi iguales. En un primer momento, hubo unos meses (de agosto de 2019 a febrero de 2020), en los que la ciudadanía se tomó la palabra y las calles del país para derrotar a los partidos tradicionales en las elecciones regionales de octubre y para protestar por los desafueros del gobierno; Desde marzo, llegaron la pandemia y el confinamiento, con el que se intentaba contener un virus que no surgió por una decisión humana, pero que si es consecuencia del calentamiento global y de la globalización.
De las calles, a encerrarse. Un microscópico virus partió la historia de este país y de este gobierno en dos. Y así comenzó un juego, de vida o muerte en muchos casos. Todo lo que siguió a continuación sí es consecuencia de decisiones humanas. En nuestro contexto, los poderes económicos, políticos y armados, legales e ilegales, han tomado esas decisiones por nosotros.
Lecciones del
Aprendiz
Esta entrega del informe sobre de la situación de derechos humanos en Colombia se ocupa de hacer un balance en esa materia del tercer año de gobierno de Iván Duque Márquez, que trascurrió entre agosto de 2020 y agosto de 2021. Esos meses estuvieron marcados por la continuidad de políticas ya conocidas, por la persistencia de las recetas del fracaso como la persistencia de la guerra , la confrontación armada y la militarización de los territorios por encima de la solución política y negociada al conflicto por la perseverancia en los caminos de profundización de la pobreza, el deterioro de la salud pública, el desempleo, la represión, la violencia política y, en especial, por la falta de voluntad para dar cumplimiento al Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
Hambre y
Guerra
Diariamente la sociedad colombiana escucha sin asombro la noticia de un líder o lideresa asesinada en cualquier lugar del país. Cientos de humildes personas que trabajan por los derechos de sus comunidades dejan su vida en pleno camino ante la frialdad del Estado para protegerles y garantizarles la vida y su labor. Por ello siempre estará nuestro reconocimiento y homenaje a estos hombres y mujeres que sacrifican su vida y las de sus familias por defender la dignidad de sus pueblos.