Jóvenes, afectaciones e impactos
Plataforma por el protagonismo de niños, niñas y jóvenes
Introducción
La elaboración de este artículo coincide con el contexto del paro nacional que comenzó el 28 de abril de 2021[1] y que protagonizaron millares de manifestantes alrededor del país a pesar de las medidas de confinamiento adoptadas por el Gobierno nacional para prevenir la proliferación del covid-19. Esta jornada de protesta social fue multicausal y contó con la participación mayoritaria de jóvenes, lo que demuestra un clamor masivo de inconformidad por parte de este sector de la población, entre otras razones, por la desfinanciación de la educación pública, el incumplimiento del Acuerdo de paz[2], los bombardeos indiscriminados que dejaran como víctimas fatales 6 niños, las reformas que atentaban contra los derechos sociales y económicos, contra la brutalidad y el abuso policial, y las medidas represivas adoptadas para atender la pandemia.
Infortunadamente, se ha intentado acallar las protestas con excesos de autoridad por parte de la fuerza pública. Los resultados de esas medidas han sido asesinatos de decenas de manifestantes, violaciones y agresiones sexuales, lesiones personales –incluida la mutilación ocular–, privaciones arbitrarias de la libertad, criminalización, estigmatización, entre otros, lo que evidencia el uso de la represión como única respuesta del gobierno a las peticiones de las personas manifestantes.
En el país, la población joven comprendida entre los 14 y los 26 años de edad representó en 2020 el 21,8 % de la población total colombiana (10 millones 990 mil 268 jóvenes) (DANE, 2020b). Y casi el 9 % del total de habitantes corresponde a personas cuyas edades oscilan entre los 20 y los 24 años (p. 5). Estas cifras evidencian que la Población Económicamente Activa supera a las personas económicamente dependientes, lo que se ha denominado “bono demográfico”[3].
Teniendo en cuenta la prevalencia de población joven en Colombia, se debe considerar lo señalado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, 2000): la importancia de la juventud para el crecimiento económico de los países y la necesidad de adoptar políticas públicas que la reconozcan, tanto como receptora de servicios públicos, como en su potencial contributivo, de manera que colabora con el desarrollo económico, social y político en todos los niveles (pp. 23 y 24).
Este artículo hace, primero, un acercamiento a las medidas adoptadas por el Gobierno nacional en relación con la generación de empleo para las personas jóvenes en Colombia; en segundo lugar, una presentación de la efectividad de dichas medidas a partir de dos elementos: las estadísticas oficiales con respecto a la ocupación juvenil y el resultado de la encuesta nacional adelantada a personas con edades entre los 15 y los 28 años de edad por la Plataforma Colombiana de Organizaciones Sociales y Populares por el protagonismo de Niñas, Niños y Jóvenes
Medidas adoptadas por el Gobierno nacional
El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022, “Pacto por Colombia, Pacto por la Equidad” (PND), formalizado en la Ley 1955 de 2019, solamente hace referencia a la población joven en uno de los acápites consagrado en el artículo 196, denominado “Generación de empleo para la población joven”. En esta disposición, el PND se limita a enunciar que las entidades del sector público deberán garantizar que, al menos el 10 % de los nuevos empleos no requieran de formación profesional o experiencia, con el fin de que sean ocupados por jóvenes con estudios técnicos, tecnológicos y de pregrado. Esta misma disposición señala que, para el caso de organizaciones y entidades que creen empleos temporales, estas deberán otorgar el 10 % de estos empleos a jóvenes entre 18 y 28 años.
Esta consagración limita las medidas gubernamentales de generación de empleo para la población joven a entidades públicas y las reduce a la creación de nuevos cargos y, a su vez, a la creación de empleos temporales. La disposición normativa no establece mecanismos o estrategias para la participación de la población joven en entidades del sector privado ni medidas expresas para la participación de jóvenes en empleos permanentes dentro de instituciones estatales, ni planes para la incorporación juvenil en cargos ya creados.
Así, varias de las medidas adoptadas por el Gobierno nacional han estado encaminadas a la vinculación de población joven en el sector público, expidiendo, por ejemplo, el Decreto 2365 de 2019 y, posteriormente, la Directiva Presidencial 01 de 2020, en las cuales se desarrollan las estrategias de vinculación de jóvenes a cargos de las entidades públicas. En ambos documentos se reitera la información señalada en el PND respecto a las iniciativas mencionadas anteriormente.
Así mismo, el Gobierno nacional expidió las circulares presidenciales 03 de 2019 y 100-002 de 2020 que estipulan la inclusión en las políticas públicas de la garantía de los derechos para la participación de jóvenes en planes de desarrollo territorial y reporte de vacantes y nuevos empleos creados en la plataforma de la Unidad Administrativa Especial del Servicio Público de Empleo, respectivamente. Estas medidas hacen parte del programa “+ Jóvenes en el Estado”.
Por otra parte, el Gobierno nacional emitió una serie de decretos, directivas, circulares, entre otros, como consecuencia de la emergencia sanitaria ocasionada por la proliferación del covid-19. Dentro de estas medidas, no existe una sola encaminada a la promoción o protección del empleo de la población juvenil, solamente, disposiciones que señalan alternativas generales a la presencialidad. De esta forma fue estipulado en la Circular 0021 de 2021, en la cual, sin hacer mención de las personas jóvenes, el Ministerio del Trabajo recuerda la implementación del trabajo en casa, teletrabajo, jornada laboral flexible, permisos, vacaciones anticipadas, entre otras, sin disponer de nuevas medidas para proteger a las personas trabajadoras o promover el empleo.
Es importante aclarar que de las medidas adoptadas por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia, incluidas las expedidas por el Ministerio de Trabajo, no existe ninguna encaminada a proteger o promocionar el empleo juvenil. Sin perjuicio de lo anterior, en junio de 2021, en medio de las jornadas de paro con claro protagonismo de jóvenes en sus calles, el Gobierno nacional expidió el Decreto 688 de 2021, en el que se reconocen los preocupantes índices de desempleo en la población joven en el país y se adopta la medida del financiamiento del 25 % de un salario mínimo legal mensual vigente,
por los trabajadores adicionales entre los 18 y 28 años de edad, y hasta por doce (12) veces dentro de la temporalidad del apoyo, con el objeto de generar empleo joven y formal en el país (art. 1).
En ese programa pueden participar entidades privadas (art. 2.2.6.1.10.2).
La iniciativa anterior puede ser un punto de partida, pero no resuelve las causas estructurales en materia de empleo formal y en condiciones dignas para población joven, ni implementa una perspectiva diferencial de género; la misma no ha sido puesta en marcha a pesar de su anuncio en mayo de 2021 y, como consecuencia, no es posible medir su impacto en el presente documento.
Por otra parte, entre las medidas adoptadas no existe una que transversalice la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales para hacer efectiva la participación de las personas jóvenes en la economía colombiana, más allá de labores técnicas o de mano de obra directa. Es decir, no se evidencia un reconocimiento de la necesidad del derecho a la educación, a servicios básicos, acceso a la tecnología y medio ambiente.
Índices de desempleo en la población joven colombiana
Teniendo en cuenta las cifras oficiales emitidas por el gobierno, especialmente por el DANE, se analizará el impacto de las medidas mencionadas en los resultados de tasas de empleo y desempleo, tanto a nivel general como en población joven. Lo anterior, sin desconocer lo que ha señalado la Organización Internacional del trabajo (OIT) (2021) relacionado con la pérdida de empleo e ingresos en perjuicio de la población global, como consecuencia de las medidas de confinamiento relacionadas con el covid-19 (p. 11), por lo cual, se presentará un estudio comparado en específico del desempleo de la población juvenil en América Latina en el contexto de la pandemia.
Al respecto, de acuerdo con cifras expedidas por el DANE, el país llegó en 2018 a un 11,8 % de desempleo, cifra que no se alcanzaba desde 2016, mientras que en 2019 el índice alcanzó el 12,8 %, la tasa más alta de desempleo hasta entonces desde el primer semestre de 2008; esta cifra se repitió en febrero de 2020, lo que evidenció un aumento considerable en el desempleo general en el país desde comienzos del gobierno de Iván Duque antes del inicio de las medidas para prevenir los contagios por covid-19.
Como era de esperarse, tal como sucedió alrededor del mundo, una vez iniciado el confinamiento en el país, los índices de desempleo aumentaron de forma alarmante y sin precedentes, alcanzando cifras del 21,4 %, que vienen disminuyendo desde julio de 2020 hasta ahora, ubicándose en un 15,1 % en abril de 2021, último registro reportado por el DANE (2021b).
Es importante resaltar el informe publicado por el DANE (2020a) sobre cifras de empleo y brechas de género, en el que se demuestra que el número de mujeres ocupadas es mucho menor que el de hombres, variable que se ha mantenido durante el último gobierno (p. 5). Así mismo, este informe evidenció que, durante la época de pandemia, en casi todas las actividades económicas u ocupaciones las mujeres fueron quienes más perdieron empleo frente a los hombres, especialmente en actividades como artes, entretenimiento, recreación y servicio; administración pública, defensa, educación y atención a salud humana; comercio y reparación de vehículos; alojamiento y servicios de comida; actividades científicas y profesionales; entre otras (p. 3). Por ejemplo, actualmente, el índice de desempleo en mujeres de este grupo poblacional corresponde a 30,1 % mientras que el de los hombres es de 17,9 %; es decir, el índice de mujeres jóvenes desempleadas casi se duplica en relación con el de los hombres (p. 4), esta variable se ha mantenido históricamente (p. 4).
Con respecto a la población juvenil, el DANE (2021a) publicó en junio de 2021 un informe trimestral en el que se evidencia que, desde 2018, el desempleo en personas jóvenes ha ido en ascenso, aumentando de manera considerable si se compara con los tres años anteriores. Así pues, si bien desde 2015 se venía presentando un aumento en el porcentaje de desempleo juvenil, este aumentaba no más de 5 puntos en décimas, sin embargo, de 2018 a 2019, las cifras pasaron de 17,0 a 18,5 puntos, con un aumento de una unidad y 5 décimas (p. 1).
En el inicio de la pandemia, naturalmente, los índices aumentaron de manera exponencial, pasando a 22,8 puntos en 2020 e incrementando en 2021 a 23,1. Es importante destacar que, como se mencionó, a nivel general el índice de desempleo disminuyó de 2020 al 2021, situación que no se ve reflejada en la población joven.
Haciendo un análisis comparado, específicamente con población joven, la OIT (2021) encontró que la crisis sanitaria afectó particularmente a las mujeres y jóvenes (entre 15 y 24 años) de América Latina y el Caribe (p. 13). En su informe, la OIT demostró que, en términos generales, Colombia es el tercer país con mayores índices de desempleo tanto femenino como masculino, solo por debajo de Santa Lucía y Costa Rica (p. 40). Con respecto a la población joven, esta organización encontró que Colombia es el cuarto país con mayor porcentaje de desempleados tanto antes como luego de la crisis sanitaria.
Así, los datos presentados en este acápite reflejan que las medidas adoptadas por el actual gobierno resultan insuficientes para disminuir el desempleo en las personas jóvenes en el país, a pesar de fijarse como estrategia en el PND, pues desde 2018, independientemente de las medidas para evitar el aumento de contagios de covid-19, los índices de desempleados han aumentado de manera alarmante y no han sido ejecutadas medidas específicas a corto, mediano o largo plazo para contribuir no solo al bienestar de esta población, sino también al desarrollo del país, como ha sugerido la Cepal (2020, p. 23).
La Encuesta Nacional a jóvenes
Con el fin de identificar aspectos puntuales que no miden las encuentras oficiales, la Plataforma Colombiana de Organizaciones Sociales y Populares por el protagonismo de Niñas, Niños y Jóvenes (en adelante la Plataforma), mediante convocatorias abiertas virtuales en diferentes zonas del país, dispuso una encuesta pública mediante formatos de formularios virtuales, puestos a disposición de 100 jóvenes entre los 14 y 27 años, a través de organizaciones integrantes de la Plataforma. De esta forma, en la entrevista se analizó la situación laboral y de ingresos de la población joven seleccionada en Colombia (véase recuadro).
Sobre la encuesta de la Plataforma Colombiana de Organizaciones Sociales y Populares por el protagonismo de Niñas, Niños y Jóvenes.
Fecha de aplicación: entre el 15 y el 28 de junio de 2021.
Se aplicó a 100 jóvenes.
El 57 % de las personas encuestadas se identificó como mujeres y el restante, como hombres. Ninguna indicó otra identidad. Así mismo, el 36 % de las personas encuestadas tenía entre 18 y 20 años de edad, el 32 %, entre 15 y 17 años; el 16 %, entre 21 y 23 años; el 9 %, entre 27 y 28 años y el 6 %, entre 24 y 26 años. De igual manera, las personas que respondieron la encuesta pertenecían a Bogotá D. C. y a los departamentos de Antioquia, Huila, Valle del Cauca, Chocó, Cundinamarca, Casanare, Córdoba, Norte de Santander, Risaralda, Arauca, Bolívar, Cesar y Guainía. Por otra parte, de las personas encuestadas, el 77 % reconoció haber alcanzado como mayor grado de educación el bachillerato, el 20 %, la educación universitaria y el 2 %, un posgrado.
(Próximamente, la encuesta se encontrará en https://humanidadvigente.net/encuesta-nacional-jovenes-educacion-y-trabajo-en-colombia/)
Uno de los resultados relevantes para este trabajo indica que el 71,6 % de las personas encuestadas se encontraba desempleada en el momento de completar la encuesta. Esta cifra varía en contextos previos a la pandemia, pues al preguntarse si contaban con trabajo antes de esta, el 48,9 % de los encuestados aseguró que no. Estos datos reflejan que más del 20 % de los encuestados perdieron sus empleos en la pandemia.
De igual forma, el 67 % de las personas jóvenes participantes identificaron que los ingresos económicos dentro de su núcleo familiar disminuyeron desde la pandemia, cuyas principales causas fueron la imposibilidad de trabajar como consecuencia de las medidas de confinamiento (36 %), despido del trabajo formal o informal de sus familiares (27 %) o despido de las personas encuestadas (10 %). En esta línea, el 66 % de las personas encuestadas concluyó que los ingresos recibidos no son suficientes para atender todas las necesidades básicas de su núcleo familiar.
Por otra parte, el 55 % de personas encuestadas afirmó que estaban buscando trabajo y, de este porcentaje, el 66 % ha tenido dificultades en el proceso para acceder a un empleo, siendo la exigencia de experiencia laboral o formación (54 %) y la falta de ofertas laborales (35 %), las principales causas reconocidas por las encuestadas para poder formalizarse en un trabajo.
En los anteriores resultados se refleja la ausencia de efectividad de las medidas presentadas por el Gobierno nacional para garantizar empleo en la población joven, pues, la exigencia de experiencia y formación sigue siendo el principal factor que imposibilita que la juventud acceda a empleos formales. Así mismo, la ausencia de medidas para la protección de jóvenes que se vieron afectados por el confinamiento es evidente, lo que demuestra el aumento considerable de personas desempleadas y la disminución de ingresos tanto personales como en el núcleo familiar.
Conclusiones
De lo expuesto anteriormente se evidencia que, a pesar de que el Gobierno nacional decidió incluir la empleabilidad de población joven como una de las estrategias sus políticas públicas, en unos casos, y, en otros, como producto de la presión social, no se han adoptado medidas efectivas, por el contrario, desde el inicio del gobierno de Iván Duque el desempleo ha aumentado considerablemente respecto a los periodos anteriores, alcanzando cifras sin precedentes en más de 10 años. Esta situación se ve reflejada en cifras oficiales publicadas por el DANE y comparativos realizados por la OIT que ponen en evidencia que la estrategia de vincular al mercado laboral a las personas jóvenes no ha ido más allá de una consagración formal.
En las medidas mencionadas no se evidencia alguna que esté dirigida a resolver el problema del desempleo en jóvenes, de hecho, las circulares emitidas por el Ministerio de Trabajo o los decretos expedidos por el gobierno, que fueron mencionados, no contaron con participación significativa de esta población.
Otro aspecto preocupante es que ninguna de las medidas enunciadas o adoptadas por el gobierno tienen una perspectiva de género que incluya el acceso a puestos de trabajo; por ejemplo, los ofertados en entidades públicas o la medida del subsidio del 25 % del salario mínimo no incluyen aspectos destinados a atacar la amplia brecha de género en estos aspectos, garantizando la participación de mujeres en los diferentes cargos.
Adicionalmente, a pesar de la importancia para el desarrollo del país y de que la población joven se vio especialmente afectada por la crisis sanitaria y las medidas gubernamentales para enfrentarla, este tema no fue objeto de atención por parte del Gobierno nacional, evidenciándose un aumento en el desempleo de los jóvenes que viene aumentando a pesar de la flexibilización de las medidas para contrarrestar los efectos del virus.
Es claro que el acceso a un trabajo decente[4] para las y los jóvenes colombianos debe estar acompañado por otras medidas estructurales como el acceso a educación (pregrados, técnica y posgrados) y unas políticas públicas que se desliguen de un modelo de desarrollo basado en la financiarización, que retome la integralidad de derechos para las y los jóvenes (seguridad social, estabilidad laboral, régimen pensional) rompiendo con la flexibilización y tercerización que han marcado el desastre de las políticas públicas hacia las y los jóvenes colombianos.
En conclusión, el balance es negativo y requiere de medidas urgentes que cuenten con la participación de jóvenes, para garantizar de manera transversal y permanente el acceso al trabajo de esta población, considerando las dificultades de aplicación y oferta, así como enfoques diferenciales para disminuir las diferentes brechas, garantizar ingresos dignos y promover el desarrollo del país.
Referencias
Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal (2000). Juventud, población y desarrollo en América Latina y el Caribe. Cepal.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE. (2020a). Informe sobre cifras de empleo y brechas de género. Cambios en el empleo en actividades de cuidado remunerado a raíz del covid-19. DANE.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2020b). Panorama sociodemográfico de la juventud en Colombia. ¿Quiénes son, qué hacen y cómo se sienten en el contexto actual? DANE.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2021a). Mercado Laboral de la Juventud. Trimestre móvil febrero-abril 2021. Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH), 11 de junio de 2021. DANE.
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2021b). Gran encuesta integrada de hogares (GEIH) Mercado laboral – Empleo y desempleo. Recuperado el 14 de junio de 2021. https://www.dane.gov.co/index.php/178-english/sociales/cultura/2921-gran-encuesta-integrada-de-hogares
Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (2021c). Dinámicas de la educación en Colombia. Recuperado el 4 de agosto de 2021. https://www.dane.gov.co/files/webinar/presentacion-webinar-14-abril-2021-conversatorio-comportamiento-poblacional-educacion-superior.pdf
Organización Internacional del Trabajo (OIT) (2020). Panorama Laboral 2020 América Latina y el Caribe. Edición covid-19. OIT.
Plataforma Colombiana de Organizaciones Sociales y Populares por el protagonismo de Niñas, Niños y Jóvenes. (2021, junio). Encuesta nacional Jóvenes, trabajo y educación. https://humanidadvigente.net/encuesta-nacional-jovenes-educacion-y-trabajo-en-colombia/ (Próximamente, la encuesta estará en esta dirección).
Normas
Decreto 2651 de 2019 de 26 de diciembre. Por el cual se adiciona el Capítulo 5 al Título 1 de la parte 2 del libro 2 del Decreto 1083 de 2015, reglamentario único del sector de función pública, en lo relacionado con el ingreso de los jóvenes al servicio público, de 2019. Presidencia de la República. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=104534
Decreto 688 del 24 de junio de 2021 . Por el cual se adiciona la Sección 10 al Capítulo 1 del Título 6 de la Parte 2 del Libro 2 del Decreto 1072 de 2015, Decreto Único Reglamentario del Sector Trabajo y se crea el apoyo para la generación de empleo para jóvenes dentro de la Estrategia Sacúdete. Ministerio de Trabajo. https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/DECRETO %20688 %20DEL %2024 %20DE %20JUNIO %20DE %202021.pdf
Directiva Presidencial 01 del 03 de febrero de 2020. Vinculación y contratación de jóvenes entre 18 y 28 años. http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=DirectivasP/30038780
Resolución 0452 del 1º de marzo de 2021. Por la cual se establecen medidas para implementar el Programa Estado Joven – Prácticas Laborales en el Sector Público. Ministerio del Trabajo. https://www.funcionpublica.gov.co/documents/38324348/38427173/2021-03-01_Resolucion_programa_estado_joven.pdf/d1fc74ee-a27a-ae05-b6ab-3130620ee3f5?t=1614707602526
[1] Este paro tuvo antecedentes de movilización en noviembre de 2019 y en las protestas de sindicatos y de estudiantes en septiembre de 2020, en medio de una marcada violencia policial.
[2] Se refiere al Acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera firmado en 2016 entre el Estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (Farc-EP).
[3] “El bono demográfico es el periodo durante la transición demográfica en [el] que la proporción de personas en edad de trabajar crece en relación con la población de personas en edades potencialmente dependientes.” (
[4] Concepto desarrollado por la OIT para establecer las características que debe reunir una relación laboral acorde con los estándares internacionales, de manera que el trabajo se realice en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana.